Las vidas de Aitor y Pedro quedan irremediablemente unidas cuando, tras un accidente, el alma del primero deja su cuerpo y termina en el del segundo. Pero Aitor y Pedro no son los mejores amigos, es más, son muy distintos entre sí. Tendrán que convivir hasta que se solucione el... problemilla. Aitor es el chico macarra y guay, el graciosillo que en el fondo es de lo mejor. El instituto le da un poco igual y solo desea ir a conciertos de su grupo favorito con sus amigos y estar con su hermana y su tía. Además de ser el fan n°1 de los bollos de la pantera Rosa. Pedro es el empollón, el de las notas impecables, el peinado en su sitio y la ropa sin arrugas. Tiene un horario muy estricto, aunque también tiene sus vicios. Ya había leído a Eli con anterioridad y este libro me ha llamado la atención desde que se anunció. Pues bien, lo que me he encontrado aquí es PURA MARAVILLA. Es algo más corto que la extensión de páginas que suelo leer, pero no me ha faltado nada (y eso que me encantaría ver por un agujerito a este par de bobos). En esta historia se puede apreciar un slow burn de verdad; en cierta parte del libro llegué a dudar de si el interés romántico iba a existir, pero todo estaba en los detalles, en cositas que, en un principio, no tenían gran importancia. Hasta que de repente te das cuenta 😳 No sé si es porque lo he elegido en un buen momento o simplemente es la historia y ya, pero lo que la he disfrutado hacía un montón que no me pasaba. Eli escribe muuuy bonito y se ha ganado una lectora fiel gracias a Aitor y a Pedro. + Leer más |