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Sarah MacLean es una de mis autoras favoritas y tenía este pendiente desde hace bastante tiempo. Siempre he leído que era muy flojo ya que es la primera historia que publicó la autora y el único autconclusivo que tiene en su extensa bibliografía, así que no iba con las expectativas muy altas. Es cierto que es bastante flojo comparado con otros libros suyos, pero eso no lo hace menos maravilloso. Es un libro corto que se lee en poco tiempo. En ella nos encontramos a Alex, una chica de 17 años que se presenta en sociedad por primera vez para encontrar marido. Pese a la insistencia de su madre para que preste atención a los candidatos más adecuados, Alex no está mucho por la labor. Junto a sus dos amigas hace todo lo posible para ahuyentarlos, no está dispuesta en convertirse en la mujer florero de algún aristócrata simplemente porque es lo que se espera de ella. No solo es una historia de amor, también tiene su parte de misterio y de espionaje. Tiene unos diálogos muy divertidos, y me han encantado muchos de los secundarios, de los cuales me encantaría que la autora escribiera sus historias en un futuro. La parte de espionaje es bastante obvia y previsible, en realidad todo el libro lo es, pero eso no ha hecho que lo disfrutara menos. A veces, Alex me ha sacado un poco de quicio, pero hay que recordar que es una chica aristócrata de 17 años que, por muy lista e inteligente que sea, siempre ha vivido bastante protegida. No es de aquellos libros que te dejan huella, pero sí que es muy entretenido y perfecto para una tarde de lectura o después de un libro especialmente denso. Me hubiese gustado que la novela tuviera alguna trama que implicara más a los secundarios y que no se centrara tanto en los protagonistas. Sobre todo porque considero que ha desaprovechado tanto a los hermanos de Alex como a sus dos amigas. Es cierto que no puedo evitar comparar con el resto de las obras de la autora, mucho mejores que esta; pero es una novela con personajes entrañables y muy cuidados. |
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