Me ha gustado, Sally Mackenzie siempre consigue entretenerme, divertirme y sacarme una sonrisa. En este libro no creo que encontremos una historia espectacular y tengo que decir que la prota se hace de rogar para cogerle cariño y que me ha faltado un poquito más de romance entre ellos, pero a pesar de ello he pasado un buen rato leyéndolo. Ha sido bonito, tierno y hay una trama secundaria de misterio que aunque un pelín predecible, te pica la curiosidad. Creo que es de esos libros perfectos para una tarde tranquila de sofá y manta sin muchas pretensiones.
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