Me ha encantado completamente el libro. Desde el principio hasta el final. Me encantó la evolución de los personajes, en especial Feyre y Rhys. Me gusta mucho el mensaje que da el libro, que es escontrar el camino propio, como uno se conforma con lo que tiene y no va por lo que quiere. A diferencia de otras novelas, me encanta la relación que tiene Feyre y Rhys, aunque es muy intensa, es un ejemplo de que las relaciones amorosas no son siempre tóxicas, te enseña cómo es crecer junto a otra persona, sin controlar, sin ejercer lo que uno quiere para la otra persona. Aunque no tiene un final feliz, me dejó con un buen sabor de boca. |