Una corte de niebla y furia

Tres meses después de lo sucedido en Bajo la Montaña, Feyre está intentando adaptarse a su nueva apariencia como alta fae, pero Tamlin no la deja apenas moverse de la casa, según él para protegerla. La boda está fijada, los invitados esperando, pero la que no está lista para casarse es ella. El mismo día de la boda, desesperada, reza por ser salvada, y es en ese instante en el que Rhys aparece para llevársela para cumplir el trato que hicieron en Bajo la Montaña: pasará una semana al mes con él en la Corte de Noche. Feyre no es lo que quería, ni mucho menos, por eso intenta rebelarse.

Poco después de volver a la Corte Primavera, Tamlin dobla las medidas de seguridad con respecto a ella, y en un momento determinado la encierra en la casa, lo que hace que Feyre se sienta atrapada. Es ahí cuando un poder extraño estalla dentro de ella, y Mor, la prima de Rhys, va en su ayuda.

Y ya, de verdad que no cuento más, pero os aviso que esa es la parte “light” del libro, y aún así es muy, pero que muy fuerte. Juraría que a partir de la página 20 sufría un microinfarto de media por capítulo, porque de verdad, es para morirse. Hay gente que me ha dicho que este es el que más les ha gustado de la serie, yo no puedo decir si sí o si no (aún me queda uno), pero hasta el momento, sin duda, es el mejor. Ha habido tensión, ilusión, enfado, amor… ¡De todo! Pero en vez de seguir aquí volviéndome loca, empecemos con los temas.

Uno de los temas principales es la sinceridad. Ser sincero puede parecer un trabajo sencillo, al fin y al cabo es no mentir y decir las cosas como uno las siente. Pero en realidad es un arduo trabajo, algo verdaderamente complicado. Porque decir la verdad puede afectar no solo a la persona que la dice, sino a gente de su alrededor.

Por otro lado, la búsqueda de la personalidad verdadera de uno mismo. Aunque parezca mentira, las personas evolucionamos, cambiando así nuestra manera de ser, a veces muy sutilmente y otras de manera más exagerada. A Feyre le cuesta encontrar su sitio desde que dejó su pequeña cabaña para ir a cumplir el tratado. Por eso no se siente a gusto en su propia piel, pero aún tiene que descubrir qué ha cambiado en ella.

La culpa es un sentimiento muy presente en este libro, y no sólo por un personaje en concreto, sino por varios. Hay veces que se han de tomar decisiones para poder salvar a un grupo de personas (véase el ejemplo de Feyre en el primer libro cuando mata al lobo). Esas decisiones puede que las entiendan unas personas o ninguna, pero al fin y al cabo se toman siendo conscientes de los riesgos que pueden conllevar.

Probablemente haya muchos más temas que me deje en el tintero, pero podría eternizarme.

En cuanto a los personajes, la evolución de Feyre con respecto al primer libro es enorme. Es un personaje que va cambiando constantemente. al principio de este libro se vuelve débil, intenta ser la chica que era antes de Bajo la Montaña, pero, como he dicho antes, las personas cambian, y ella evoluciona de tal manera que se siente perdida. Es en determinado momento en el que comprende que no va a ser esa chica nunca más.

Tamlin da un cambio un tanto radical en este libro. En el anterior fue un personaje que adoré por su forma de tratar a Feyre, pero aquí… Mejor os dejo que lo averigüéis por vosotros mismos…

Rhys es un personaje del que no os hablé en la anterior reseña. No fue porque no me gustase, sino porque para mí fue muy interesante saber cómo y cuando aparecería. Desde la primera vez en la que le vi aparecer, supe que era ese tipo de personaje capaz de tener dos caras, y en este libro me lo ha demostrado perfectamente. Hay veces en las que hay que ponerse una máscara para mostrarse a unas personas y quitársela para otras. Y eso es lo que hace en este libro Rhys. El resto, lo tendréis que averiguar por vosotros mismos.

Creo que no es necesario que diga lo muchísimo que este libro me ha enganchado y que, obviamente, necesito saber el final de esta historia ya de ya. El final ha sido absolutamente de infarto, tanto que acabé soñando con ello en cuanto terminé de leer.

El ritmo de la acción es rápido, con mucha acción y muchos momentos que provocan paros cardíacos. Sin duda ha sido mi autora revelación de 2018 (aunque haya publicado antes) y me encantaría poder leer más cosas de ella.
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