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Nos encontramos en Perdido Beach, un pueblito que se ve en un momento envuelto por una cúpula y en el que desaparecen todas las personas mayores de quince años. Sam Temple es el protagonista principal, quien sin querer asume el papel de líder. Nos encontramos muchos personajes secundarios y, sorprendentemente, no resulta lioso. Todos tienen un papel fundamental: cuidar de los demás, encontrar provisiones, mantener el orden… Aunque también tendremos villanos. Es una novela que empieza planteándonos el acontecimiento pero, antes de pasar a la acción, se toma un tiempo para introducir a los personajes y la confusión que produce una situación como esa. Poco a poco va aumentando el ritmo: determinadas personas empiezan a manifestar poderes, aparecen nuevos personajes amenazando con controlarlo todo, algo oscuro se cierne… y nos vemos envueltos en una trama llena de acción y misterio. Me ha sorprendido la pluma del autor, ya que es detallista y precisa pero muy ágil y dinámica. Sabe mantener el ritmo de narración. No podemos olvidarnos de que no deja de ser un libro que sirve como introducción a algo que parece bastante complejo. Es una saga que, aunque de respeto empezar por la cantidad de libros que son, empieza de una forma que merece la pena seguir con ella. |
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