RINCONES

Albert Merino rescata del olvido a 15 mujeres que hasta en la maldad más extrema, estuvieron en un segundo plano. La sombra del hombre histórico es alargada.

No bastaba con la infinita dificultad, ya no de buscar, sino de encontrar en los pantanos de la documentación un hilo, por pequeño que fuera del que tirar,no.

El autor se pone en la piel de cada personaje y nos acerca a sus pequeños rincones, con una prosa tan exquisita como intimista.

Sí, sus rincones. Más allá de sus virtudes, de sus hazañas, de sus valores y mezquindades (que están y son interesantísimas) Merino nos da un trocito de cada alma, y en sus relatos, de forma sutil, el escritor da un paso atrás, para que sus actrices tengan todo el protagonismo, y consigan un diálogo directo con el lector, casi un susurro, como una conversación a media luz, distancias cortas y dos copas de vino.

De Oriente a occidente, diversas, letales, perseverantes y malditas, nadie ha descrito mejor la lucha contra las olas de Gertrude Ederle, o la voz de Edith Piaf arrastrando sus erres en el Olympia.

Y como es una colección de buenas y malas, la crueldad de Irma Grese, sus perros y la lámpara maravillosa.

Rincones son las mil y una noche de la ficción histórica llevadas al siglo XXI, donde quien nos seduce es un hombre, con cuentos de mujeres que te abrazan con su magia y no quieres que amanezca.

Algo está cambiando, mis hijas (16 y 12 años) conocen la historia de Rosa Parks y la negativa a ceder su asiento a un blanco. ¡Lo han aprendido en la escuela! Ya no se trata solo de Luther king, ya se rompen las sombras del olvido selectivo.

Magnífica obra de un autor que se estrena haciendo justicia, y que me deja hambriento de más historias.

De bien nacido es agradecer a Albert, que me regalara un ejemplar, es decir, su trabajo y esfuerzo, nada comparable con estas palabras que ahora le ofrezco.