IN.

Tenía muchas ganas de leer este cómic, uno de los mejor valorados en su año de publicación, porque por las reseñas que había leído parecía decir mucho con muy poco y me preguntaba de qué modo lo habría conseguido el autor.

Nick, un joven ilustrador que lleva una vida bastante disoluta es el protagonista absoluto de la obra. Su vida consiste en ir de cafetería moderna a bar pijo (quién sabe cómo se costea ese tipo de vida), aparentar ser alguien que no es constantemente y creerse el centro del mundo. Pero algo cambia de repente, se da cuenta de que sus encuentros sociales no le aportan nada porque se basan en los lugares comunes y se quedan en diálogos superficiales. al intentarlo se da cuenta de que no es fácil dar un paso más allá porque, para hacerlo, tendría que abrirse a los demás, aunque en el momento en que lo hace se aparece ante él un mundo nuevo…

Poco a poco establece nuevas relaciones con su entorno, para sorpresa de su hermana, su madre, su sobrino e incluso sus vecinos. Empieza a preguntar a los demás cómo se sienten y no sólo en relación a lo que le afecta a él; en este sentido la conversación que mantiene con su madre es una pasada, le vemos intentando que ella se abra a él preguntándole qué se siente siendo madre, y ella termina diciéndole que no es solo su madre, que es Hannah. ¡Cuándo se puede decir con tan poco! Gracias a estos nuevos intercambios Nick empieza a ver la vida de otro color, aunque en algún momento piensa que se ha dado cuenta tarde de cómo tenía que relacionarse, pero más vale tarde que nunca…

Como su nombre indica, In. es un cómic que nos habla sobre “estar dentro”, a diferencia de cómo vivía al principio Nick, alejado de cualquier conexión real con la gente. La falta de empatía es un mal bastante frecuente hoy día, sobre todo en sociedades cada vez más individualistas, y de esto es de lo que nos habla con acierto McPhail, demostrando un gran dominio del cómic como herramienta a servicio del discurso. Me gustaría destacar también el uso del color como elemento relacionado con el mundo interior de Nick, que se desata cuando consigue abrirse y conectar con alguien de su entorno. Un cómic muy recomendable.