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Si algo me ha traído este verano es un tremendo enganche a las comedias románticas. Había leído alguna antes, pero no me había aventurado mucho en el género. Pero es que encima con esta novela la vida me ha descubierto mi temática de preferencia de RomComs: lo sobrenatural. Es decir, cosas que más o menos tienen que ver en la distancia con lo mío, que es el terror. al final una es un animal de costumbres. «Hellfriend» es una historia gamberra y graciosísima que me ha atrapado y me ha hecho ADORAR a sus personajes. Pero es que cuando digo adorar me refiero a que sigo pensando en ellos y sigo echándolos de menos, cosa que muy pocas veces me pasa. Son carismáticos y son divertidos, en ciertos puntos tiernos y en otros exasperantes (en el buen sentido). Me quedo con Milena, mi abogada favorita; con Mamón, el gato demonio que necesita de una tilita con todo lo que le hacen pasar; con Lina, que hace un papel de mejor amiga desternillante. Y me quedo sobre todo con Bel, porque es un pedazo de cretino al que acabas queriendo muchísimo. No es en ningún momento ese tío perfecto, ni su desarrollo es el de un demonio que acaba siendo un santo. Y eso es lo que más me ha gustado del personaje. En fin, que además de haberme divertido me ha hecho hasta pensar, porque con la excusa esta novela te habla sobre los grises y la complejidad del ser humano, sobre lo importante que es vivir la vida (con responsabilidad, por supuesto) porque un día termina. No vengo aquí con la intención de alimentar ningún hype, pero genuinamente os recomiendo «Hellfriend» a todo aquel al que le apetezca leer una RomCom con salsa, mamarracheo y un puntito de socarronería. Y con demonios. |
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