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Es un libro necesario, pero que se hace trampas a sí mismo. Es necesario porque hay muy poca crítica al deporte y a su relación con el capitalismo y el patriarcado, pero algunos de sus postulados chocan entre sí porque hay asunciones que van más allá de su campo y que al final contaminan la historia. Me parece muy bien hablar de cómo el deporte segrega porque asume que hombres y mujeres tienen desempeños diferentes y cómo se premia más a los hombres, pero me falta la cita a los estudios que han demostrado que las mujeres sufren un mayor porcentaje de lesiones importantes al competir en categorías mixtas a partir de la adolescencia y que no tendrían en categorías de su sexo. También sufre de doble pensamiento cuando habla de las características sexuales y el sexo, critica la modificación corporal para el deporte, pero en cuanto a personas transexuales asume que pueden cambiar de sexo porque cambian de apariencia en característica sexuales secundarias (sus palabras, no las mías). Confunde por tanto términos y lo hace con un propósito diferente al del libro, lo que me ha demostrado (en este ejemplo y en otros) que no es un trabajo de crítica del todo racional, puesto que no ha cuestionado otros conceptos que aparecen en la obra. No me parece mal que un autor tenga una idea concreta, pero sí que me gustaría que en este caso las ideas de la autora no contaminasen su razonamiento puesto que le quita honestidad y valor a su trabajo. |
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