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No sabría explicar bien la sensación que produce leer una historia como esta. Las palabras que vienen a la cabeza están rodeadas por el puro desasosiego, la rabia, el estremecimiento, las ganas de tirar el libro por la ventana deseando que desaparezca de tu vista...y todas esas son sensaciones se vuelven positivas cuando reflexionas acerca de la pesadilla que acabas de leer. Una historia que te rasca por dentro, que te araña y perturba. Que está deseando que te sientas cómodo en tu sofá para retirar el suelo en el que pisas y enseñarte todo lo que espera debajo de tu confort. El terror hace acto de presencia en toda su magnitud en esta ponzoña. Y se manifiesta en unos personajes fantásticos a los que acompañas desde un inicio demoledor. Son personajes llenos de aristas. Incómodos de leer. de esos que la literatura moderna de terror estaba tardando en rescatar. Personajes de los cuales te alejarías a la hora de compartir una cola en un supermercado, mientras les miras con despreció y superioridad pero que,sin embargo, terminas empatizando con ellos por todo aquello que están viviendo. Bien es cierto que el libro se centra en la gran protagonista de la historia y que, para ser justos, todo se basa en sus percepciones y en lo que rodea a una madre, que ve como la única oportunidad de felicidad que tiene en su vida se está resquebrajando. Un mundo aterrador, solitario, desafiante, lleno de sospechas y de oscuridad. Un mundo en el que una simple respiración en la noche, un olor a rancio y podrido, una mirada oscura y desafiante puede hacer que cambie todo. La lucha encarnecida de una madre contra todo lo que se interponga a su paso por el bienestar de su pequeña hija. Alternando entre pasado y presente, cada capítulo nos va encaminando en una dirección de la que no hay retorno. En una prueba del más puro amor. Pero para llegar hasta ese punto la protagonista tendrá que enfrentarse a todo aquello que la rodea, que la perturba y que la asusta. Pero, ¿qué es lo que sucede cuando te sientes tan sola que ni puedes confiar en tu reflejo y las pesadillas se convierten en tu única compañía? Ponzoña es una auténtica muestra del mejor de los terrores. Cuando un libro te deja sin dormir, será porque sus letras te han asustado. |
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