El último pasajero

Es mi libro favorito, por ende, me encantó. La historia está llena de misterios e intrigas, que necesitas saber cada vez más y cómo va a terminar, es totalmente adictivo. La trama es muy interesante ya que está en simultáneo el pasado y el presente (1939 y la época actual) pero no es como en otros libros en que se desarrollan dos historias paralelas que de alguna manera están relacionadas. No, aquí las historias convergen desde el primer momento: se mezclan y se relacionan de tal manera entre sí que se confunden.
El Valkirie era una transantlántico de lujo al que le ocurrió algo en su viaje inaugural. Iba cargado de alemanes, simpatizantes del nazismo por que era un crucero de vacaciones de la élite. No naufragó, no chocó contra ningún iceberg, no le pasó aparentemente nada, pero apareció a la deriva al quinto día de navegación, con los motores intactos pero sin funcionar y ningún rastro de la tripulación, ni los pasajeros, de los que jamás se volvió a saber. Sólo había un bebé casi recién nacido: un bebé judío, pues llevaba una estrella de David colgada del cuello.
No me digas que no moris por saber lo que sucedió...