Este libro es justicia para las madres asfixiadas en la domesticidad, para los hijos educados en la violencia estructural, para las mujeres que no pudieron elegir su propio camino, para todas las que se permitieron renunciar. Es una epopeya de lo cotidiano, el relato de liberación de una mujer víctima de su realidad, de su tiempo, de su espacio… Un retrato de las violencias que se ejercen estructuralmente contra las mujeres en occidente. La otra cara de la moneda tras su éxito con Quien mató a mi padre, obra que recomiendo fervientemente.
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