El refugio de Sandrine

El gran Ruiz Zafón señala en "El laberinto de los espíritus" que "cualquiera que aspire a conservar su sano juicio necesita de un lugar en el mundo en el que pueda y desee perderse".

Sandrine necesita ese lugar, un refugio, después de la muerte de su abuela, Suzanne.

Tras recibir la noticia, tiene que viajar a la pequeña isla en la que ésta vivió gran parte de su vida junto con un grupo de personas que llegaron a la misma a finales de la Segunda Guerra Mundial, con el fin de trabajar en una especie de "campamento" para niños cuyas familias habían sufrido especialmente durante el conflicto.

Desde el primer momento, el lector es consciente de que algo se escapa a su conocimiento, pero ésta será la única certeza que tendrá a lo largo de toda la lectura.

Se trata de un auténtico thriller psicológico con continuos giros hacia escenarios cada vez más escalofriantes. Capítulos cortos, prosa ágil, una lectura adictiva, ideal para el verano.

En la base de todo un hecho incuestionable: hay realidades imposibles de aceptar.