Es una historia ambientada en tres épocas: La actual (septiembre de 2019) donde un profesor comienza una clase diciéndoles a los alumnos que les va exponer unos hechos ocurridos en el pasado. Los años ochenta, los años donde ocurre la historia que relata el profesor y parte de la trama del libro. En ella Sandrine se entera de que su abuela, a la que no conocía, ha muerto y la nombró heredera. Sandrine tiene que ir a recoger sus pertenencias a la isla en la que vivía. Año 1949, Suzanne, la abuela de Sandrine, se traslada junto con otros compañeros, a una isla para trabajar en un proyecto con niños que sufrieron las calamidades de la guerra. El libro está dividido en cuatro balizas, a lo largo de las cuales se va desenvolviendo la historia. Podemos decir que la primera baliza es la presentación de la historia, los personajes, las épocas… A partir de ahí, en las otras balizas se desarrollando los hechos, que acabarán por unirse de forma magistral en la Última baliza. El autor va dando giros a lo largo de la historia, por lo que da la sensación de que estás perdido, sabes que ocurre algo raro, pero por otro lado todo es normal. Llegué a imaginar distintos escenarios de soluciones, pero para nada se aproximaron al desenlace real. Me ha encantado. |