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Una novela que nos pasea por París (además de por otras ciudades como Granada, Siena o Brujas) y nos regala la evolución de una protagonista que podría ser cualquier mujer con sueños, miedos y ganas de vivir. A Cécile le rompen el corazón y se va a París a cursar un máster que la llevará a cumplir su sueño de ser decoradora de interiores. Además, adora la fotografía y volver a París después de tantos años le hace especial ilusión. En su paso por la ciudad, Cécile volverá a abrir su corazón sin quererlo y volverá a experimentar ese tipo de amor que te desarma, se te cuela bajo la piel y te deja sin respiración. Sin embargo, las dudas y ciertas actitudes harán que se plantee realmente si lo que tiene en su vida es realmente lo que quiere. al mismo tiempo, se reencontrará con viejos amigos de la infancia y conocerá a personas que le harán darse cuenta de que es única, especial y maravillosa. Lo que más me ha gustado de la historia ha sido la pluma de la autora. Me ha parecido muy tierna, capaz de transmitir sentimientos de una manera ligera y de engancharte a la historia sin mucho esfuerzo. Por otro lado, los personajes me han encantado y creo que ha conseguido su objetivo de que o los amemos o les tengamos cierta tirria. Me ha gustado muchísimo la evolución de Cécile: al principio está hundida, destrozada y con el corazón roto en mil pedazos pero encuentra la fuerza necesaria para recomponerse y empezar a luchar por sus sueños, rodeada de personas que le alegrarán la vida y la motivarán a ser ella misma. La trama me ha sorprendido gratamente y, a pesar de que el final no me lo esperaba así, me ha gustado mucho. Si les gustan las novelas románticas, con un pequeño toque de drama y ambientadas en la ciudad del amor, les animo a que le den una oportunidad a esta. No se arrepentirán. |
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