Dios nos perdonará

Hoy os traigo mi opinión del último libro de Iván López Pardo. Esta vez, crea una trama repleta de intriga y acción tomando como base una historia real.

En esta novela tenemos dos protagonistas femeninas que son las que llevan todo el peso de la historia.
Una es la inspectora Aurea Zarco quien regresa a Santander, su ciudad natal, tras varios años fuera, para investigar la muerte de Juan Manuel Campos un policía nacional. Todo apuntaba a un suicidio pero no parece estar tan claro. Estasólo será una parte de su misión. Deberá investigar a los jefes de la policía pues asuntos internos sospecha que esconden algo turbio.
Su regreso a la ciudad le recordará el motivo por el que decidió marcharse y le traerá los peores recuerdos de su pasado.

A la vez que todo esto es noticia, Pilar Romero, la otra protagonista, ve que en este aparente suicidio hay muchas similitudes con el de su marido, Manuel Zabala, también policía, hace años. Lleva años intentado que alguien cuente su historia y se descubra la verdad ya que nunca creyó la versión oficial. Ahí aparece el personaje del escritor, que es el propio Iván López Pardo quien dudará entre sí escribir o no la historia de Pilar.

Si algo me ha gustado siempre de este autor es como va desarrollando la historia. A lo largo de sus páginas, de una forma directa y clara,  el autor nos ira desgranado en paralelo, la historia de Pilar, y la investigación de la inspectora.
Con dos muertes, una en el pasado y otra en el presente, ambas catalogadas como suicidios por aquellos a quienes les interesa ocultar la verdad, los tres, Aurea, Pilar e Iván se ven inmersos en una situación que se irá complicando y volviendo cada vez más peligrosa.

Intereses, mentiras y venganza se entrecruzan en una historia cuyas raíces están en cuatro amigos, en aquel País Vasco en plena escalada de ETA y de la lucha contra el terrorismo. Página a página, seremos testigos de la presión psicológica, la impotencia que sentían, el stress al que se veían sometidos ante las constantes amenazas, la sensación de inseguridad y el aislamiento social teniendo que ocultar su profesión. Es lo que se denomina “El síndrome del Norte”.

La forma de escribir del autor, tanto la parte basada en hechos reales como la ficticia, hace que te enganches desde que comienzas la lectura. Además conforme avanzas en cada página los acontecimientos comienzan a sucederse de manera cada vez más vertiginosa. El suspense y los giros inesperados, incluido el final están servidos a lo largo de toda la novela. Éste último me descolocó porque no lo vi venir. Estaba tan inmersa en la historia que se me escaparon algunos detalles que vi cuando releí esa parte.

En cuanto a los protagonistas, solo puedo decir que me han parecido muy bien perfilados.
Los masculinos (excepto el del escritor), aunque de caracteres muy diferentes comparten la prepotencia y el machismo que les hace creer que son intocables y están por encima de la ley.
Los dos femeninos son muy potentes. Arrastran un pasado cargado de traumas y pese a todo sigue adelante.
Pilar, siente que le falló a su marido cuando más la necesitaba y por eso nunca ha dejado de buscar la verdad.
En cuanto a Aurea ha tenido que lidiar con un entorno machista, en el que su exjefe, Morente, intento doblegarla sin éxito. Ahora, con más años de experiencia, sabe que es buena en su trabajo y regresa para enfrentarlo.

Me ha gustado mucho como el autor se incluye en el papel del escritor y hace participe al lector de su vida cotidiana intercalandola en la trama, lo que permite relajar un poco la tensión.

Una novela negra, con pinceladas de thriller policiaco, llena de acción que sin duda te mantendrá enganchado.