¡Ni un flechazo más!

Ya había leído a la autora con anterioridad y me había gustado y con este libro me reafirmo y me quedo con ganas de saber más de Brian, Jack y Clive, así que en cuanto pueda me pondré con ellos.

En esta historia nos vamos a encontrar con Eva, una española que salió huyendo y se vio sobreviviendo en Chicago. Allí conoce a Daryl, su mejor amigo y con el que tiene una gran complicidad. Los dos tendrán que hacer el papel de sus vidas ante una situación comprometida para Daryl y que la llevará a ella a conocer a su hermano, por quien siente bastante repulsión. Owen, acaba de llegar de Australia después de intentar reconectar consigo mismo y cuando conoce a Eva, hay algo que no le cuadra y por eso intentará averiguar más de ella. Ambos vivirán una historia con mil idas y venidas y tiras y afloja que desde luego no tienen desperdicio.

Es una historia muy divertida, con todas las anécdotas y todos los diálogos, tan frescos y cargados de pullas, entre la pareja. Ella es una mujer fuerte y valiente de primeras, pero luego vamos viendo que no es oro todo lo que reluce. Él lo tiene todo, lo ha tenido todo, y tiene que volver a buscar su sitio y superar su pasado. La construcción de la relación entre ambos me ha parecido genial, al ir poco a poco y casi sin darse cuenta, sin el casi. Me han encantado, tanto ella como él, al igual que los otros tres fantásticos, esos amigos que son como familia, y que como he dicho, necesito saber que será de ellos porque… se merecen sufrir un poco, y si es demasiado, tampoco les iría mal.

Me ha parecido una lectura muy fresca, entretenida y divertida, de valentía y superación, con unos giros que no esperaba, y es que la familia no siempre tiene porque ser la de sangre.

Desde luego, he disfrutado mucho con la historia y en breve espero leer algo más de Loles.