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Leer a Neïra es meterte en una historia que sabes que por cualquier motivo va a ser especial. En este caso la historia de Daniela lo está siendo, ya que el prólogo empieza con una intriga que sin parecer tal, resulta atractiva. ¿Quién narices es Marisa Enjuto? Es la primera parte de la historia de Daniela. Daniela tiene una vida, que por lo que sea se considera socialmente “normal”, su único deseo es tener un zapatero en el que guardar todos los zapatos que compra compulsivamente. (Daniela, te entiendo, unas botas cowgirl, nunca son suficientes). Pero toda esa vida “normal”, en un día, en minutos se desmorona. Y volver a empezar no va a ser nada fácil. Más aún, cuando todo lo que te rodea, aunque no se había dado cuenta, a su vez también estaba desmoronándose. Cantar a lo loco en el coche, un frenazo y que alguien se ría al verte, Luca. Ese chico, que de primeras te cae mal, puede ser un “choche frontal” a una nueva realidad. Y conoces a alguien, pero ese alguien no deja que lo conozcas. Y tú, sin querer, quieres conocerlo más. Pero él, te va dando una de cal y otra de arena. ¿Qué pasa con todo eso? Que te cansa. Ni aún así te ves capaz de avanzar, porque los que te piden que te encuentres a ti misma, están más perdidos que tú. Y si ninguno de los dos tiene brújula, no vais a ninguna parte. Una primera parte que como siempre, me ha fascinado en la narración. En la que las situaciones que se presentan son tan naturales como la vida. En la que no se trata de karma, sino de decisiones mal tomadas o no tomadas en absoluto. Un final que te deja con deseosas ganas de seguir con la segunda parte. Una Daniela espectacular como personaje, atrevida y bonita. Una Daniela, que podría ser cualquiera de las que leen la historia, una Daniela que podrías ser tú. ¡A por la segunda parte! Neïra, Gracias por la tinta* Enlace: https://best22witches.com/fu.. |
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