Cansada de oír siempre las mismas mierdas en las bodas a las que va, a Olivia se le ocurre fingir con Cameron que son pareja para ir juntos y evitarse los comentarios horribles. La premisa, evidentemente, me llamó desde el primer momento, pero la ejecución se me ha quedado algo floja. Siento que los protagonistas son muy buenos y que tantos saltos en el tiempo ha hecho que no viviera como toca su relación; me han faltado más escenas de ellos. Se lee rápido, entretiene, está llena de clichés (como a mí me gusta) y los secundarios molan.
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