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Esta es la primera novela que leo de la autora y me ha gustado mucho encontrarme con personajes muy reales, con los problemas, preocupaciones y miedos de cualquier mortal. Lara, divorciada, con una hija adolescente, Celia, que no siempre se lo pone fácil. Trabajadora incansable que ha sacado adelante un negocio que es toda su vida junto con su socio, y mejor amigo, Nic. Sólo hay una persona capaz de poner la vida de Lara patas arriba, su gemela Elisa, o para ser más exactos, el alter ego de ésta, Liz Jones. Lara es luz. Liz oscuridad, y también uno de los personajes más mezquinos que me he encontrado en mucho tiempo, y para la que (he de confesar) esperaba un final diferente. Jerome, belga y fotógrafo de éxito que aterriza en Vitoria por casualidad para pasar unas vacaciones con su hermano Erik. Mundos opuestos, fechas de caducidad y el gen Jones envenenando todo lo que toca. La única pega que podría ponerle es que en algunos momentos la historia se me ha hecho un poco lenta y repetitiva (con las juergas que se ha pegado esta gente, que beben como vikingos, es posible que tenga resaca hasta yo); y por otro lado me hubiera gustado saber más de las historias de algunos secundarios como Lukas y Carla o Eneko y Ainize. Sobre todo porque todos los secundarios me han parecido imprescibles. Una historia de amistad, de amor, y de la importancia de la familia, la de sangre, pero también la elegida. Quiero agradecer a la autora el envío del ejemplar, sobre todo por la odisea que fue hacerlo. |
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