Llop rememora los veranos pasados en una batería militar en la costa de Mallorca. Su padre, militar de alta graduación acudía en Agosto junto a su familia. El autor, con sencillez y de manera casi poética nos recuerda sus estancias donde parecía detenerse el tiempo. Las excursiones junto a su familia. Su padre con el bastón de boj encabezando la marcha y detrás, su madre, sus dos hermanos y él. Nos hablará del mulo "loco" de la base, con sus espantadas. De los baños en aguas cristalinas. De la pesca de cangrejos y peces. De las visitas de los amigos de sus padres, donde recuerda la modernidad de las mujeres, conocedoras de la literatura y de la filosofía. Es un relato teñido de cierta nostalgia, donde la memoria se hace necesaria para recordar un tiempo feliz sin preocupaciones, que es preciso evocar. |