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Este libro es de esos thrillers que una vez has comenzado, ya no puedes parar hasta que los terminas. Los capítulos son cortos, muy ágiles, el autor tiene un estilo muy directo y con una cantidad de detalles perfecta, que hará que te enganches y necesites saber todo para conocer el final de este caso. Eso sí, debo avisar de que se tocan temas muy peliagudos, como el abuso, la violencia, la p*derast*a y hay escenas duras, por lo que si eres sensible, léelo, pero sabiendo todo esto. Considero que sí hay momentos en los que los detalles podrían haber sido un poco menos, porque se me encogía el corazón. No es una crítica, porque este tipo de maldad humana existe y se encuentran casos día a día. Aún así, el autor lo lleva de la mejor manera posible, dejando de lado los sentimientos y centrándose sobre todo en el equipo policial que tendrá que atrapar a quien está haciendo todo esto. El final me pareció un bombazo, había muchísimas cosas que no me veía venir y las teorías que yo ya tenía, me las lanzó por los aires. Los giros tan brutales en la trama ya hacen que todo valga la pena. Se ha convertido en una de mis novelas favoritas del mes y seguramente de todo el año. El ritmo del libro es muy elevado, con una energía que no decae en ningún momento, dejando al lector con la boca abierta en más de una ocasión. Y es de los pocos autores, que ha conseguido que yo empatice con el asesin*, porque explica de maravilla sus motivos y logre que empatices con él. A mi se me saltaron las lágrimas en más de una ocasión. El final queda cerrado, al menos la trama principal, pero hay cabos que se quedan sueltos y no puedo dejar de hacerme teorías en la cabeza. Tengo muchísimas ganas de continuar con la historia y sobre todo, volver a leer algo de este autor. No será lo único suyo que lea, ya que considero que tiene un don para poner patas arriba la mente. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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