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El bosque oscuro es la segunda parte de la trilogía de los Tres Cuerpos. Retoma la historia poco después del primer libro, pero este segundo volumen resulta bastante diferente y considerablemente más oscuro que su predecesor. Es un libro más pausado y mucho más sociológico y político, especulando con las posibles consecuencias en la sociedad de ese contacto con una civilización alienígena y tratando temas tan humanos como la desesperación, los errores, la resiliencia, los dilemas morales o el amor. De nuevo encontramos muchísima ciencia, sobre todo física, con deliciosas referencias a Asimov y a Clarke, ideas espectaculares y, al mismo tiempo, un tono profundamente introspectivo y filosófico. Abarca tantísimo y plantea tantas ideas de manera tan magnífica que me parece imposible hacerle justicia, sólo puedo decir que, si os gusta la ciencia ficción, no os podéis perder esta trilogía. Sentido de la maravilla en estado puro. Si bien el ritmo es pausado, incluso más que en la primera parte, el último tercio del libro me tuvo totalmente absorbida, pegada al sofá y con serios problemas para dejar de leer (para desgracia de mi descanso nocturno). El planteamiento del bosque oscuro que desarrolla el autor como respuesta a la paradoja de Fermi me ha volado la cabeza por completo, ya que resulta al mismo tiempo aterrador y fascinante. Una absoluta genialidad, escalofriante tanto por plausible como por consistente. Tengo verdadera curiosidad por descubrir qué se reserva para la tercera parte, ya que el final de esta me ha parecido muy redondo y definitivamente sublime. |
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