La idea de que alguien pueda realmente sentir algo tan fuerte por mí, hasta el punto de hacer planes, me resulta tan marciana como la confianza, tan bizarra como el cariño, tan loca como el amor. Anhelo todo eso, pero nunca lo he querido reconocer, sobre todo no me lo he querido reconocer a mí mismo. Siento esas cosas, pero no creo en ellas. En esta vida solo he conocido el sufrimiento y el dolor, gente que se crucifica entre sí en nombre del amor.
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