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Esta novela nos traslada a mediados del s.XVIII, a un lugar precioso dónde las especias eran muy valiosas y nos mostrará el mundo opresivo de la España rural y católica ante un mundo de sabores, idiomas y creencias dónde todo cobra vida. Gabriel Velasco es un niño inteligente que se siente despreciado por ser el menor de tres hermanos. No tiene una vida fácil pero es muy soñador y se refugia en la pasión por los libros. Será internado en un colegio de Jesuitas para convertirse en el siervo de Dios. Allí descubrirá que el huerto del colegio con sus aromas y especias es su refugio. Paralelamente en Ternate conoceremos a las primas Pereira, Cintia es huérfana y mestiza, criada por su tía Elionora. Veremos la lucha de las mujeres frente a las adversidades en una época que no tenían voz ni voto y un hilo conductor que la llevará hasta Gabriel, dos almas gemelas perdidas que se encuentran. La novela consta de dos tramas argumentales que transcurren de una manera pausada y al final se entrelazan. La pluma es maravillosa, una historia de sabores, aromas con olor a tierra húmeda y de VIDA, tb de ausencias y despedidas que irá transcurriendo a fuego lento para disfrutar de cada palabra y cada frase. La ambientación es una delicia, te transporta directamente a ésas islas llenas de fragancias e historias y al clavo, ése bien tan preciado como el oro. El contexto social y económico muy bien documentado por parte de la autora. Y por último los personajes son enternecedores y brillan con luz propia. Gabriel y Cintia con sus heridas y aristas buscan en la naturaleza su vía de escape y felicidad. |
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