 |
Sin una palabra es de esos libros que se cruzan en tu camino por casualidad, en un grupo de facebook una señora recordaba haber leído un libro pero no su nombre. La típica situación de *me sé el argumento pero no el título* y lo que ella narraba logró captar mi atención, así que en cuanto se supo el nombre del libro, no pude resistirme a ver si era tan atrayente como me lo parecia y la verdad es que fue mucho más. Tenemos una primera parte, narrada por Cyn, una chica adolescente algo problemática, que en una noche de joda como decimos en mi país, se emborracha y discute con sus padres. Hasta aquí, la típica situación que se puede dar en cualquier lado. Pero todo deja de ser normal a la mañana siguiente cuando la chica se da cuenta de que su familia ha desaparecido, sin nota, sin señales de nada, como si hubieran usado la capa de invisibilidad de Harry Potter. 25 años después se retoma la acción, pero narrada ya por otra persona, el marido de Cyn, quién será el que nos vaya llevando através de los nuevos sucesos que se van a desarrollar y todo porque a veces es preferible no levantar el polvo del pasado. Narrado de forma simple, sin detalles agobiantes, con mucha acción, la historia te lleva a dudar de todos los que van apareciendo, porque hay cosas que no encajan, porque hay secretos y mentiras dando vueltas. Llegas a un punto en que sospechas hasta del propio Terry o de la cordura de Cyn. *Y quizás hubiera sido así hasta el final, sino comenzaran a aparecer unas pocas páginas, narrando hechos y diálogos de otros personajes, que a medida que avanza la cosa, nos vamos dando cuenta de quienes pueden ser.* Es de esos libros que te atrapan en sus páginas y se te hace imposible poder soltarlo y si lo haces se te queda dando vueltas en la cabeza. Como de costumbre, mi personaje favorito resultó ser uno secundario, Vince el maleante medio mafioso que sale ya pasada la mitad del libro, es que los malos no tan malos me pueden. Sin lugar a dudas, un libro al que deben darle una oportunidad. |
>
