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La promoción de este libro equiparaba a la autora con Agatha Christie y a las abuelitas con Miss Marple y por eso me animé a leerlo. Pero nada más lejos de la realidad...La trama de ese cocinero muerto del título lleva a pensar en que estamos ante novela negra y no es es asi. El libro nos va a presentar a tres mujeres nonagenarias que viven en una residencia en donde ocurren cosas extrañas y en las que ellas meterán sus narices. Pero todo el libro se centra más en el trato que allí reciben, en como se distraen haciendo viajes en tranvia por Helsinki (en ocasiones, tanto nombre en finlandés hacen perder el hilo) y en el sistema que deja arrinconados a unas personas mayores. Destaca la amistad entre Sirii e Irma, siendo esta última uno de los personajes más atractivos por sus ideas divertidas y sus ganas de no dejar que la edad sea un impedimento.Para mi, quizás un libro prescindible.
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