El hielo de mis venas

4.5/5 estrellas.

El Hielo de mis venas, por Mike Lightwood, es la segunda entrega de Hielo y Fuego. En el primer libro (El fuego en el que ardo) se nos presentó la historia de Óscar, un chico que sufre de bullying por ser gay (pueden encontrar la reseña en otra de mis fotos), y aquí podemos ver el otro lado de la historia, la parte de Darío, por quien Óscar llegó a sufrir tanto en la novela anterior.

En esta continuación vemos la razón de por qué Darío se comportaba de la forma en la que lo hacía, y con esto no quiero que piensen que lo estoy justificando ni nada, simplemente, quizá llegar a comprender un poco mejor su actuar, pero también voy a dejar en claro por qué creo que es un libro MUY necesario.

Si bien, en el primer libro algunas cositas no me cerraron y quería saber más de Darío, PORQUE NO LO AGUANTABA, pero sentía que era un personaje que valía la pena, por lo que en mí quedaba su merecido espacio para redimirse.

Bien, el libro está dividido en tres partes. Una de ella nos narra situaciones del pasado entre Darío y Óscar, luego tenemos la otra cara del primer volumen que la sufrí bastante, y finalmente el presente y desenlace, que amé muchísimo.

Este escrito toca temas fuertísimos, y el que hizo más peso en mí fue la aceptación de uno mismo. En este caso, Darío es gay y realmente se odia al punto de la repulsión por ello, simplemente porque cree que no es algo “natural”, y todo ese sufrimiento lo lleva a tener pesadillas que terminan con su abuela pidiéndole que regrese a ver a la psicóloga.

Desde acá vamos viendo cómo todo se quiere desenvolver, pero la situación no está fácil porque Darío es un personaje complejo. Las cosas que tiene que asumir son tantas que simplemente mete la pata una y otra vez, sin hacerse cargo de sus actos —cosa que me sacaba bastante—, y lo peor de todo es que en la mayoría de las situaciones la culpa se la echaba a otros, UGH.

Debo confesar que no soporté a Dario la mayor parte del libro (en especial cuando la historia nos remonta al pasado), y a pesar de que todo está contado desde su perspectiva, no dejaba de desagradarme incluso más que en el primer libro. Porque hizo cosas muy malas, malísimas, y siempre desde su egoísmo y miedo (a ver, está perfecto que no te comprendas a vos mismo, PERO NO VAYAS POR LA VIDA HACIENDO TRIZAS A LAS PERSONAS QUE TE AMAN). Sin embargo, cuando las cosas empiezan a aclararse para él, da un paso gigante, y desde ahí va evolucionando poco a poco, cosa que te provoca incluso sentir empatía por él.

A ver, es que el crecimiento de los personajes fue increíble.

Y, reitero, este libro es completamente necesario, COMPLETAMENTE NECESARIO.

No todos pasamos por la fase de aceptarnos normalmente cómo somos, y está perfecto que tengan sus dudas y se cuestionen su camino mil veces hasta encontrarse a sí mismos.

Y llegó un momento en el que era más lágrimas que persona. Salir del clóset con la gente mayor es difícil, requiere de muchísima valentía, y me pasó con mis abuelas, y me sentí como Darío. Pero son nuestras abuelas, y aunque les cueste entender, seguimos siendo lo más hermoso del mundo para ellas. .
En este punto quiero destacar que la forma de narrar de Mike es ÚNICA.
Tiene unos personajes tan complejos y bien formados, y uno en especial que me enamoró: la abuela de Darío. Tiene esa aura que deberían tener todas las abuelas.

También, marqué muchas partes de Dario con Rocky, su perro, porque me parecieron preciosas. Yo también necesité apoyo en su momento (de esos en donde toda la familia está mal y no podés depender de ellos), y lo recibí por parte de mis mascotas. Pika (a quien llevo tatuado y extraño mucho desde su muerte) y mi actual compañera, Peperina. Son compañeros de vida incondicionales y me pareció que esa relación de amor está muy bien plasmada. Gracias por eso, Mike, pero también te odio por hacerme llorar tanto.

Quiero hacer este apartado en la reseña para las canciones al comienzo de cada parte y capítulo, porque me encantaron. Hay muchas que son de mis favoritas por lo que se lo podría considerar mi punto débil. Esta edición es una maravilla, al igual que el primer libro.

En conclusión, Darío hizo un trabajo tremendo para llegar a lo que es el final del libro, y eso para mí le valió casi la puntuación máxima a esta historia.

“Lo verdaderamente difícil es aprender a encontrar los pedazos que nos faltan”. Así que, aprovecho para recordarle a todas esas personas que se encuentran en la situación de Darío, que ustedes son queridas, y tan válidxs como cualquiera. Me encantaría poder abrazarles fuerte. Y si alguien que está leyendo esta reseña necesita que le escuchen, siempre voy a estar disponible.

Gracias por una historia tan maravillosa, Mike.
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