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Se trata de un libro ameno, corto pero aún así perfecto en este sentido, ya que, aunque los sueños de Einstein se describen de una manera fácil de entender, casi todos llevan al lector a la reflexión. Pero no solo habla de tiempo y de como se comporta éste, sino también de los sentimientos que tenemos los seres humanos en cuanto al mismo: la pérdida de tiempo, cómo lo percibimos según nos lo estemos pasando bien o no, su valor dependiendo de la edad de cada uno… Son temas en verdad para pararse a pensar, por lo que sus dos o tres páginas de cada uno son más que suficientes. También divaga en mundos paralelos, mundos en los que el tiempo no existe, una vida dura un día, el tiempo va hacia atrás y nacemos viejos para morir como bebés, y un largo etcétera que hace que el libro sea muy entretenido. Quizá se echen de menos más capítulos en los que habla de la vida cotidiana, aunque inventada, de Einstein y su familia y amigos. Son escasos, y se encuentran entre esos pensamientos del físico. Estos sueños se organizan como una especie de diario con una fecha por título. Es una lectura fresca y entretenida, y eso sí, se lee en unas escasas horas. Un libro perfecto para olvidarse de todo y sumergirse en un mundo de imaginación sin barreras. |
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