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fue una lectura conjunta en un grupo de Telegram, no estaba muy segura de participar porque la sinopsis no me llamaba mucho la atención, y por los comentarios de quienes habían visto la serie también me echaban atrás. No porque dijeran que la serie era mala, más bien todo lo contrario, sino por el hecho de que se hablaba de las madres, los hijos, los chats de padres, decían que era muy real, como los chats a las que ellas pertenecían, y como soy ajena a ese mundo de ser padre, pensé que no me llamaría la atención a pesar de haber un muerto de por medio. Aún así decidí darle una oportunidad y la verdad es que no me arrepiento. Los capítulos se leen muy rápidos, son amenos y nada pesados, es un chisme tras otro desde la perspectiva de varios personajes y la narración de los eventos acontecidos en determinadas fechas, todas las cuales parecen relacionados con el suceso principal de la historia, la muerte de un personaje. Durante todo el libro, ese es el enigma a resolver ¿Quién es el muerto? ¿Quién es el asesino?, a esas dos interrogantes principales se suman otros misterios a resolver, ¿Quién es el acosador de las niñas en el jardín? ¿Quién es el padre del hijo de la protagonista? Si bien muchos de estos interrogantes son bastante predecibles, el asesino es algo totalmente inesperado, pero a pesar de que la mayor sea predecible, la historia logra mantenerte interesada, porque quieres saber si lo que imaginas es así y sobre todo si realmente el muerto es ese personaje, y si el asesino es el otro que te has imaginado. Sin dudas no va a ser un libro que quede entre los más memorables que he leído, pero si es una buena opción como una lectura ligera que entretiene. |
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