Deborah Levy nos deja este último libro de su autobiografía en construcción con el que enfoca de manera afable la feminidad y la independencia. A sus cincuenta y nueve años, divorciada y aceptando la emancipación de su hija menor, la escritora nos cuenta sus viajes, sus vivencias y la ilusión de tener su propia casa. La forma en la que está narrada hace que sea una lectura ágil , fresca y empatizando con una misma en pensamientos e ideas como mujer. Soy dueña de los libros que he escrito y les lego los royalties a mis hijas. En este sentido, mis libros son mis |