Septimania

Era un viernes, tipo 4:00 PM, yo miraba por la ventana del apartamento de una amiga y ella me tiró este libro y me dijo: “Ve, léete este libro y me lo explicás luego, porque yo no he podido con él”. Yo lo tomé, lo metí en mi bolso y medio lo hojeé en el metro: Newton, árboles, Septimania, Bach y un viaje de cosas más. Sabía que no iba a ser un libro fácil de leer, entonces me preparé mentalmente para leerlo, pero creo que me faltó preparación.

La verdad es que es un libro raro, muy raro; y si a usted le gustan los libros raros, este es su libro. Si no, le pasa lo mismo que a mí, que llegó un punto donde lo único que quería era que el libro terminara, que me mostraran el final, que, aunque ya lo veía venir, era mejor salir de las dudas y saberlo de primera mano.

La historia comienza en Cambridge en la década de los 70's, Malory: un estudiante de doctorado que pasa su tiempo libre tocando el órgano en algunas iglesias que lo han contratado para tales fines y Louiza, una recién doctorada en matemáticas, son nuestros personajes principales y salen pronto en escena. Su primer encuentro propio del mejor idilio que uno se pueda imaginar tiene también una parte de música, matemáticas, física, de casualidad e ironía. En los ires y venires del tiempo, Malory no va a olvidar aquel día en que conoció a Louiza.

Una narración pausada que tiene ciertos dejes de dramaturgia en uno que otro lugar y que describe con mucho lujo de detalles los lugares en los que se encuentran los personajes, las pequeñas cosas que pasan a su alrededor y la gran mayoría de sus pensamientos y que combina de forma muy interesante dentro de la narración música con matemáticas y física.

La historia propone un viaje a lo largo de gran parte de la vida de los personajes con saltos en el tiempo que me tomaron por sorpresa la mayoría de las veces y que se complementa con un cambio de la tercera a la primera persona a la hora de pasar de un personaje a otro, algo que me resulta muy interesante y de lo cual no tengo recuerdo alguno de haber leído antes.

Queda en evidencia que el autor tiene un profundo conocimiento —por no decir que admiración— por Dante y La Comedia, pues llega a mencionarla y parafrasearla más que la obra de Newton, que se supone es parte importante de la historia. Las referencias que hace de esta me dejan un enfoque diferente y me abren los ojos sobre un par de cosas que no noté en su momento cuando leí la obra de Dante y que ahora dan curiosidad de volver a ella para encontrarme con lo descrito aquí.

La verdad, si se le quitaran todos los adornos que tiene la novela —son demasiados para mi gusto— esta podría ser una novela sobre un hombre en búsqueda de su lugar en el mundo: El contra su destino, contra la historia de su familia, contra el querer y no poder, contra la burocracia. Hay momentos en los que todo esto parece absorber al 100% al personaje y no lo deja ser más que un vehículo para otro mar de cosas que pasan a su alrededor.

A la historia es difícil cogerle el hilo y en muchas ocasiones cuando uno cree que por fin entiende para dónde va, resulta que por ahí no es y va para otro lado, que tampoco es… En este punto tampoco ayuda mucho el hecho de toda la carga histórica que presenta la novela, pues acá se habla de Carlomagno, de Newton, de Septimania, de Bernini y de historia actual; pero la mayoría de las veces tener tanta información en la cabeza me dificultó mucho seguir la narración o entender el porqué se introduce una mención en particular, es una inversión muy alta en concentración la que se tiene que hacer.

Esto hace que la historia se torne demasiado inverosímil, a tal punto que yo, como fantasista empedernido me llegara a cuestionar sobre uno que otro suceso del libro. Es que en serio es demasiado poco probable que todas las grandezas y desgracias le pasen a Malory, que esté tantas veces en el lugar justo o que se salve por un pelo, eso sin dejar de lado el par de Deus ex machina que hay aquí y allá y que sabe uno que van a llegar en cualquier momento para salvar el día.

Este es un libro que tiene más preguntas que respuestas, que tiene más callejos sin salida que vías principales. Es un libro que seguro alguien que disfrute de una historia que lo ponga a pensar y repensar en lo que va a pasar más adelante lo disfrutará; a mí, por el contrario me parece un completo despropósito adornar tanto una historia con tantas cosas que no van a ningún lado.