El secreto de París

En Inglaterra conoceremos a las dos hermanas Penrose. Skye, la mayor, es una mujer valiente y decidida que ha heredado y aprendido de su madre la pasión por volar. de niña se hizo amiga de Nicholas, un niño americano que llegó a Inglaterra junto a su madre para vivir una temporada con su tía. Liberty es la hermana pequeña: una niña y luego una mujer difícil, envidiosa de su hermana, lo que podríamos llamar una mala persona.

Cuando estalla la guerra, Skye va a poner su granito de arena volando aviones para la TAA. Son funciones auxiliares, de apoyo a la RFA (porque no les dejan volar aviones grandes por el mero hecho de ser mujeres) pero no por eso las pilotos dejan de jugarse la vida. También Nicholas, a quien Skye no veía desde que era un niño, ayudará a la fuera aérea inglesa, en este caso como piloto.

En la actualidad, conoceremos a Kat, una joven madre australiana que trabaja como historiadora de moda. Criada por su querida abuela, Margaux Jourdan, tendrá la posibilidad de pasar una temporada en una casa inglesa perteneciente a su abuela. En un armario se encontrará un tesoro: vestidos de Dior, uno por cada año desde los cuarenta con un total de sesenta y cinco. ¿Por qué tiene su abuela vestidos de alta costura, inaccesibles casi para cualquier mujer?

La novela se estructura en dos tramas. Una situada en el pasado donde conoceremos a Skye, Liberty y Nicholas cuando eran niños y, posteriormente, nos encontraremos a los mismos personajes durante la Segunda Guerra Mundial, viendo cómo participaron en ella. Otra, situada en el presente, en el que Kat, investigando a partir de unos preciosos vestidos de Christian Dior, tendrá que descubrir la verdadera historia de su abuela. Siempre que hay dos tramas, presente y pasado, la del pasado suele tener más fuerza e interés. Es lo que pasa también en este caso. No voy a decir que no me haya gustado la del presente porque me ha gustado mucho. El punto glamouroso relacionado con los vestidos de Dior le da un aire original y distinto. Y me ha gustado mucho cómo Kat va investigando en el pasado de su abuela y se encuentra con una historia increíble. Una historia en la que, casi hasta el final tendremos una gran pregunta que es la que aporta misterio e intriga a la novela. No os voy a decir cuál es esa pregunta pero sí que a mí me mantuvo en vilo aunque, bien por mí, pude intuir la respuesta.

La historia del pasado es increíble, me ha gustado muchísimo. Veremos lo que hacen las fuerzas aéreas alíadas, en este caso las inglesas, para luchar contra los nazis. Veremos la situación de Inglaterra y también la de Francia. Conoceremos a pilotos hombres y su labor en la RFA pero también a pilotos mujeres. El menosprecio que sufrieron por su condición femenina me ha hecho rechinar los dientes en muchas ocasiones. Pero su labor fue encomiable y está documentada; de hecho, tras la guerra, muchas pilotos recibieron reconocimientos y medallas. Si tanto me ha gustado la historia del pasado es, en gran parte, por una de las protagonistas: SKye. Me ha encantado su personaje. Una niña decidida y valiente, luego una mujer a la que no se le pone nada por delante. Una mujer que hace cosas increíbles y que tiene relaciones también increíbles. Ella lleva sobre sus hombros el peso de gran parte de la historia y lo hace de manera magistral porque es un personaje literario increíble. Es ficticio, ni Skye ni los demás personajes principales existieron. Pero sí que se pasean por la novela algunos personajes reales como Christian Dior y su hermana Catherine (que vivió una historia increíble de la que no se ha hablado lo suficiente), Pauline Gower, Vera Atkiins y algunos más. Su papel es secundario pero su relación con los personajes ficticios está perfectamente dibujada.

La historia es preciosa. Una novela de aventuras con una preciosa historia de amor y de amistad, con personajes muy bien trazados, con una ambientación espacial e histórica perfecta. Una novela que además es entretenida de leer y de muy fácil lectura. Me ha gustado desde el principio hasta el emotivo final que, sí, me ha hecho derramar alguna lagrimilla.

Conclusión final

No puedo sino hablar maravillas de “El secreto de París”, una novela preciosa que he disfrutado muchísimo.
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