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Negro, rojo, amarillo y azul son los colores de los diarios de Anna Wulf, escritora y protagonista de la novela. “Sentí la necesidad de dividirme, pero a partir de ahora sólo usaré uno”, y es de la unión de estos cuatro diarios de los que surgirá el quinto: el Cuaderno Dorado. Es debido a su bloqueo como escritora y el caos que la desestabiliza donde encuentra en esa “fragmentación” una forma de superarlo, una forma de orden para su vida. La novela comienza con una larga conversación entre dos mujeres: Anna y su amiga Molly. Ambas están divorciadas, tienen hijos y pertenecen al Partido Comunista. Es un día de verano de 1957 en Londres. Hablan de la soledad, del desamor, de política, de la búsqueda de una libertad nueva para las mujeres. A esta escena le sigue el contenido de los cuatro cuadernos que escribe Anna. El cuaderno negro incluye reflexiones sobre su vocación como escritora y sus recuerdos de juventud en África durante la Segunda Guerra Mundial. El cuaderno rojo empieza en 1950 y trata sobre su experiencia como militante comunista en Inglaterra y su paulatina desilusión ante el descubrimiento de los crímenes de la URSS y de la falsedad del compromiso político. El cuaderno amarillo es el manuscrito de una novela sobre una mujer divorciada, madre de un niño, y sus relaciones con un amante que finalmente la abandona. Y el cuaderno azul es un diario de su vida cotidiana en los años 50. Considerada una de las mejores novelas de habla inglesa del siglo XX, “El cuaderno dorado” puede considerarse una novela bastante ambiciosa por querer abarcar asuntos tan diversos que definieron al siglo XX: la II Segunda Guerra Mundial, el surgimiento del comunista y el posterior desencanto que causó en muchas personas -como en la misma autora-, los conflictos raciales en África, los enfrentamientos en Corea y otra partes del mundo, las injusticias sociales y el nacimiento del movimiento feminista en Europa y América. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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