Novela difícil por la temática que trata, que es bastante triste: la soledad, y más en concreto, el aislamiento social que sufre la tercera edad. Y lo hace a través de dos personajes. Por un lado tenemos a una mujer madura con éxito profesional y economía acomodada, pero a su vez con una vida emocional pelín vacía. No parece tener grandes amistades, salvo su compañera de trabajo. Cuando va a visitar a su hermana no encuentra más que rechazo, ella misma, que no tiene hijos, rechaza a su hermana y sobrinos. le reconcome la culpa por no haber estado más presente en la enfermedad de su marido y de su madre. Esta culpa va a hacer que de buenas a primeras decida ayudar a una mujer mayor, no especialmente simpática, a la que ve un día algo demacrada. A partir de este encuentro, Janna visitará y ayudará constantemente a la anciana Maudie, que vive en unas condiciones paupérrimas. Las descripciones que hace la autora de la casa en que vive Maudie, de su propia higiene y su degradación física, son muy detalladas y crudas. Los olores, la mugre... casi lo puedes oler. Se trata de un relato profundamente humano. Aquí no hay grandes heroínas, escenas súper impactantes, ni personajes carismáticos. Son personas como tú y como yo, con sus claroscuros. Tiene alguna parte un poco tediosa, algunos personajes no demasiado interesantes, pero lo compensa la relación entre Janna y Maudie, muy emocional. |