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Solaris es un planeta único, ocupado enteramente por un extenso océano viviente e inteligente. La humanidad lleva décadas inmersa en la misión de desentrañar el misterio que representa y establecer contacto con esta inteligencia, lo que ha llevado a la construcción de una estación de observación en el planeta. Y a ella nos dirigimos acompañando a Kris Kelvin, que nos adentra en este viaje en una narración en pasado y en primera persona, intercalando fragmentos en los que describe los acontecimiento que se van sucediendo tras su llegada a la estación con otros de disertación científica sobre las peculiaridades del planeta y su océano. Y si los primeros te mantienen en cierta tensión claustrofóbica, los segundos te atrapan sin remedio en ese sentido de la maravilla que tanto me fascina de la literatura de ciencia ficción. Una lectura para digerir sin prisas, por momentos densa y compleja, con una narración exquisita que nos brinda bellísimas descripciones del planeta y su océano, y pasajes filosóficos que escarban en lo más profundo de la psique humana. No me atrevería a recomendárselo a nadie que no recale con asiduidad en la literatura de ciencia ficción. Pero, al mismo tiempo, es una joya maravillosa con un profundo trasfondo psicológico y filosófico a la que creo que las relecturas ayudarán a sacar aún más jugo. |
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