Una historia corta pero con reflexiones muy interesantes sobre el poder de la información. ¡Me ha encantado! Pensaba que Lem era un escritor aburrido y denso, pero esta historia me ha parecido divertidísima. Nunca dejará de sorprenderme esa capacidad que tienen algunos autores de hacernos reflexionar sobre la vida, el universo y todo lo demás en clave de humor y sátira. Se lee en una tarde, así que lo recomiendo mucho.
|