Un trago antes de la guerra

En primer lugar agradecer a Babelio, Masa Crítica y a Penguin Random House el envío del ejemplar. El libro está editado en rústica con solapas y un tamaño de letra bastante grande. Es un formato muy manejable y con unos materiales bastante resistentes.

Patrick Kenzie y Angie Gennaro son dos amigos de la infancia y socios como detectives privados. Residen y trabajan en Boston, se conocen como la palma de su mano los barrios obreros y los guetos de Dorchester, y su oficina está situada en el campanario de la iglesia de su barrio, habitado por irlandeses.

Un día reciben el encargo del senador Mulkern de recuperar unos documentos desaparecidos de su despacho que aparentemente han sido sustraídos por Jenna Angeline, la mujer negra de la limpieza, que lleva varios días desaparecida sin haber dado explicación alguna.

La búsqueda de la mujer, llevará a los dos compañeros al centro de una guerra entre bandas de los bajos fondos de la ciudad, que permanece latente desde hace tiempo y que estallará arrastrando a todos hacia un trágico final.

El tema principal de la novela gira en torno al problema racial, tan enquistado en Estados Unidos. La situación de la comunidad negra, que ve como sus hijos se ven abocados a una vida dura, y muchas veces corta, debido a las menores oportunidades que tienen para salir del círculo vicioso de la pobreza y la delincuencia. La comunidad blanca, también, en muchos casos, con los mismos problemas, pero que no tienen añadido el hándicap del racismo, pero que, a veces no es consciente de ello. Todo sumado, es como una olla a presión a punto de estallar de manera constante y por el menor motivo. Es un tema muy delicado, en el que no hay buenos y malos, porque todos, en mayor o menos medida, son culpables de que dicha situación se perpetúe en el tiempo.

Además también trata temas como la corrupción política y policial, la pedofilia, la violencia en la familia, el alcoholismo, el narcotráfico y el consumo de drogas, la posesión de armas y el machismo imperante, con el que Angie tendrá que lidiar en toda la novela. En general, la obra es una crítica feroz a toda una sociedad, ya que el autor, aunque se cuida de informar de que cualquier coincidencia es casual, aprovecha la historia para hacer un impactante y crudo retrato de su propia ciudad natal, aunque podría realmente, referirse a cualquier otra gran ciudad de Estados Unidos, donde los habitantes saben cuál es su territorio y dónde pueden estar seguros y dónde no.

Si tengo que decir que ponerle una pega, y de ahí su puntuación, es a la construcción de los personajes, me ha faltado más profundidad, conocer más sus motivaciones para poder haber empatizado más con ellos.

Aún así sólo puedo decir que es una buena novela negra, bien escrita y repleta de acción, con una gran crítica social y que mantiene al lector en vilo hasta el final. Seguiré leyendo seguro el resto de libros protagonizados por esta pareja de detectives.
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