Un trago antes de la guerra

Patrick Kenzie y Angela Gennaro, detectives privados, reciben un encargo bastante simple del senador Sterling Mulkern: encontrar a Jenna Angeline, la mujer de la limpieza que ha desaparecido junto a unos documentos confidenciales. Lo que parece una tarea sencilla, acaba desencadenando una guerra de pandillas en Dorchester, donde nadie es quien aparenta.

La novela no solo se caracteriza por su trepidante ritmo y sus continuos vaivenes, sino que tras una historia de misterio y persecuciones, asoma una crítica abierta al racismo de la sociedad y a los demonios que se esconden dentro de las personas que conocemos.

Lehane tiene una pluma ágil, con la que nos presenta a personajes muy cercanos en escenarios casi cinematográficos, ya que es muy sencillo seguir el hilo de la historia e imaginar lo que encontramos entre sus páginas. Me gustaría destacar además el realismo y la honestidad, sus personajes tienen claros y sombras, así como la ciudad de Boston, con su contraste entre los distintos barrios y los tejemanejes ocultos, ya no solo en los barrios etiquetados como marginales, sino también en las altas esferas.