Catwings

La señora Jane Tabby, gata callejera, tiene cuatro gatitos preciosos, con sus patitas, su cola, sus orejas picudas… y alas. Ella soñó antes de que nacieran que podía volar, por eso sus hijos tienen la gran oportunidad de salir volando del callejón y de encontrar una vida en libertad y sin peligro.

Con esta premisa comienza Catwings. Las aventuras de los gatos voladores que no es sino una recopilación de cuatro cuentos ilustrados por S.D. Schindler que la autora publicó entre 1988 y 1999. En ellos podemos ver las aventuras que viven estos cuatro hermanos gatunos, Telma, Harriet, James y Roger desde que salen volando desde el cubo de basura en el que vivían.

En sus aventuras los gatos descubrirán el valor del esfuerzo, cómo las enseñanzas maternas les guían a lo largo de sus andanzas y cómo la libertad y la amistad nos hace más fuertes. Siendo rechazados desde un principio por todos los animales y por el mundo en sí, los gatos conseguirán hacerse un hueco en el mundo, aunque este se les quede pequeño.

Así, se lanzan a sus nuevas aventuras que nos llevan de nuevo a la ciudad y que ilustran el proceso de crecimiento de los jóvenes gatos y su relación con los humanos. Esta si bien podría solo ser negativa, al menos es sincera por parte de la autora que nos enseña las dos caras de la moneda (en una clara crítica al capitalismo, por otra parte): humanos que solo miran por el interés propio y aquellos que son capaces de ver más allá. No obstante, como decíamos más arriba, veremos el proceso de maduración de los protagonistas lo que provocará que se desarrollen cuestiones como la responsabilidad, los traumas infantiles y el hogar.

Sobre la edición

Las historias en sí serán sencillas, primero porque el estilo de le Guin, sea fantasía, ciencia ficción o cuentos, siempre es sencillo, segundo porque son cuentos infantiles. Sin embargo, la genialidad de la historia, a parte de la carga temática, porque aunque escribía sencillo, no pensaba simple, reside también en su edición.

Flamboyant ha mantenido las ilustraciones originales que nos llevan a ese siglo XX en pleno proceso de expansión. Con una línea muy definida, donde cada gato tiene su propia personalidad reflejada en su dibujo, las ilustraciones nos transportan junto con el texto dentro de la narración. La imaginación del lector, sea niño o sea adulto, se dispara y cumple con la idea que tenía la autora de que la imaginación nos hace libres. Así como los gatos consiguen alas, nosotros tenemos sus cuentos. Espero que os animéis con ellos y os atreváis a volar.


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