Me cuesta admitir que este libro no me gustó. Y me cuesta porque es de una de mis autoras favoritas. Creo que quiso romper con su estilo anterior, tan marcado en la saga de los crímenes de Fjällbacka y creo que no ha sido de manera acertada. Estos personajes aquí, sin corazón, no son a lo que nos tiene acostumbrados Lackberg. Me costó terminarlo. Espero que vuelva pronto con su estilo que tanto me gusta. |