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Me ha encantado conocer a Los Cynster y el Duque de St Ives mejor conocido como "Diablo" me pareció un protagonista exasperante y fascinante al mismo tiempo, pero he disfrutado mucho al leer sus disputas con Honoria pero también tienen un romance muy bonito lleno de pasión. Honoria es una institutriz que cuando se encuentra en camino a su nuevo trabajo, tendrá la mala (¿o buena?) suerte de encontrarse con un hombre herido y trata de ayudarlo, pero al estar en medio de la nada y con una tormenta avecinándose sus opciones son limitadas, así que, la llegada de un hombre le será de gran ayuda y entre ambos llevarán al herido a una cabaña en la cual tendrán que pasar la noche pero Honoria no sabrá quién es el extraño que la ayudó hasta el día siguiente cuando se presenten en la cabaña sus empleadores y ese extraño proclame ante todos que Honoria será su Duquesa debido a la situación que pasaron. Diablo es el Duque de St. Ives y sabe que tenía que llegar el momento en el que se casara y tuviera un heredero, así que, al cruzarse con Honoria y después de platicar con ella en la noche que pasan en la cabaña, decide que ella es la mujer idónea para ese puesto y una vez que él toma una decisión es implacable para que se lleva a cabo, sin embargo, no esperaba que Honoria se negara a aceptar su proposición y se dará cuenta que ella es una mujer firme en sus ideas y entre sus planes no estaba casarse con nadie, al contrario, ella está en busca de aventuras que el matrimonio no puede darle. Me gustó ver la constante lucha de voluntades de Honoria y Diablo, ambos están decididos a cumplir con sus ideales y deberán convencer al otro que su decisión es la mejor. Toda la familia Cynster me ha gustado mucho, son muy unidos y con personalidades intrigantes y atrayentes. Además, la historia tiene su dosis de intriga respecto a un asesino (algo predecible de descubrir), escenas divertidas y otras eróticas que en conjunto me regalaron una lectura adictiva y bonita. |
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