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¿Sabéis cuando necesitáis un libro ligero y corto, para poder darte un respiro? Pero resulta que ese libro es una maravilla y te pone a flor de piel cada uno de tus sentimientos; pues este libro ha sido eso para mi. Leí reseñas que lo ponían como un libro fantástico, y sin duda no me he equivocado el haberles hecho caso, y darle un oportunidad a esta bonita historia. Empiezo contando que no esperéis un libro con mucho romance, os encontraréis más una historia de superación, de abandono y de sentimientos de amistad muy profundos. Lucille es una chica normal que cursa su último año de instituto, pero no todo es perfecto para esta chica, solo lo intenta aparentar, para poder proteger de todo a su hermana de 9 años. Su padre atacó a su madre y lo internaron en una institución mental, desde ese día no saben nada de él; su madre se fue de vacaciones a darse un respiro de todo, y no ha vuelto a dar señales de vida. El problema es que las facturas se acumulan, los vecinos están empezando a sospechar y Lucille tiene que luchar por aparentar normalidad, a la vez que trabaja, estudia y cuida como puede de su hermana; lo bueno es que tiene la ayuda de su mejor amiga y el hermano mellizo de esta. Ya con este pequeño resumen nos podemos dar cuenta de lo duro de este libro, de lo que nos vamos a encontrar en él; la autora nos presenta esta bonita historia de una manera sumamente sencilla a la vez que poética. Mi ejemplar esta repleto de post its, de citas inolvidables; he leído últimamente algunos libros así, muy bonitos escritos y con unas citas y reflexiones dignas de mención, pero en ninguno de ellos me he encontrado una historia tan cercana, tan real que hasta la podías palpar. Eso es algo maravilloso de este libro, que es una historia tan real que puede pasar en cualquier parte, aunque nos resulte increíble, ya que el abandono familiar y de los hijos por desgracia es muy común. La autora nos presenta la historia a partir del día 14 que llevan solas en casa, va contando los días por capítulos. Pero también nos encontraremos unos capítulos que son especies de flashback, en el que nos presenta la vida de Lucille antes de esto y el día que su padre atacó a su madre, ya que ella lo presenció todo, todo esto en una narración en primera persona. Los personajes me encantaron, si bien Lucille me pareció una heroína, y no una heroína de estas que luchan contra el mal en los libros de fantasía, no, es una heroína de la vida real, de problemas reales. Los personajes secundarios, si bien no son muchos, si son increíbles. Tenemos a Wren, hermana pequeña de Lucille, una chica que aún con su corta edad sabe perfectamente todo lo que pasa a su alrededor, y pese a su tristeza interior siempre intenta animar a su hermana a sacarle una sonrisa. Eden es su mejor amiga y pese a estar en muchas cosas, como ballet y casi no tener tiempo, siempre buscará la manera de hacer lo imposible por ayudarla y apoyarla. Gigby es su mellizo, y el chico por el que Lucille esta enamorada, pero tiene novia; también ayuda mucho, tanto a ella como a su hermana, es un gran chico que me gustó bastante. El final me resultó totalmente abierto, como si la autora nos quisiera dar otra segunda parte; la verdad es que no me importaría que fuera así, ya que estoy deseando saber como sigue esta historia tan entrañable. Enlace: https://rubiesliterarios.blo.. |
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