Una novela bastante original que entrega una historia con dibujos de una rara precisión y otra historia escrita en el margen de las páginas. Es muy innovador, pero el relato del muchachito de 12 años que se expresa como un sabihondo, me pareció insoportable. Habla como un sabio y juzga a su madre como si no se tratara de su madre. No hay sentimientos, sino una precisión de entomologista que hizo que terminara la lectura hacia la página 100 (de 370). |