Leí a Sarah Lark, en un momento en que era justo lo que necesitaba, una novela históricamente no precisa con tintes románticos bastante precisos, Me transportó a través del país de la Nube Blanca, un país desconocido, hostil, pero encantador, y me retiró por momentos de mi ambiente igual de hostil, pero poco encantador, me gusto incluso el estilo dulzón de su escritura, no así la culminación de las historias individuales de los personajes, ni la excesiva prolongación de la novela, para encadenarla a una pretendida trilogía, que terminó extendiéndose más allá de 3..... |