Una familia no tan feliz

Es la primera vez que leo a la autora y me ha sorprendido su manera directa de narrar los hechos y me ha mantenido en vilo hasta el punto y final y como colofón, ese epílogo...

La historia de una familia sin afecto ni cariño, que solo tiene interés en el dinero sin importar nada más. Una panda de ególatras, altivos, inconformistas, pobres diablos, arribistas... Un asesinato sin resolver del que llegas a sospechar hasta de tu propia sombra.

Vaya familia tan bien avenida, entiéndase la ironía. DINERO, eso es lo que mueve el mundo y a esta familia en especial, cuando no les falta de nada. No se ve afecto por ningún lado, desconfianza, y mucha. Un pobre diablo, una vividora, una egoísta, alguna arribista,... y alguna pieza más por ahí empezando por el cabeza de la familia Merton. Empieza con un asesinato y se irá intentando resolver el enigma que lo envuelve, pero madre mía lo que hay entre medio, y ¿es posible que no se resuelva? o ¿se resolverá?

Reyes y Barr, los inspectores a cargo del caso, me han parecido que iban como pollo sin cabeza, mucho interrogatorio a unos y otros pero siempre perdidos, y según les iban diciendo iban haciendo, como muy sobre la marcha, y todos sabían de las pesquisas de los inspectores, nada de secreto de sumario... Los Merton, todos ellos, mucha sangre fría ante los hechos que ocurren, ante las investigaciones y ante sus parejas, sus maneras de actuar no son ni medio normales. Todos son témpanos de hielo. Con tanta ida y venida llegas a desconfiar hasta del gato, pero eso es lo que tiene que pasar, ¿no?

Desde luego, no me arrepiento nada de haber leído esta historia tan de malos, tan de sospechas, tan de mentiras. A partir de ahora voy a seguirle la pista a la autora y me subo al carro del género.