Su último día

A veces lo único que le pides a un libro es desconexión. Es verte sumergida en una historia atrapante que te haga pasar páginas sin apenas ser consciente de que lo estás haciendo. No necesitas más, no buceas en la calidad literaria o en la complejidad de la trama, solo disfrutas, solo te entretienes y recibes un regusto que, si todo va bien, te anima a repetir con el autor/a responsable de esa evasión. Y eso es justo lo que me ha dado Shari Lapena con Su último día.

Es lo primero que leo de Lapena y, no os voy a engañar, he leído thrillers que me han gustado mucho más, pero he disfrutado la lectura sin ninguna duda. Si alguien que nunca hubiera leído a la autora me preguntara por su estilo, lo tendría claro, a mí me ha recordado muchísimo a las películas de sobremesa, no desde un punto de vista peyorativo, sino desde las virtudes que este tipo de emisiones tienen: no son grandes tramas ni personajes profundos y genialmente construidos con los que conectas fuertemente, pero oye, te tienen pegado o pegada a la pantalla durante una hora y media con ganas de descubrir en qué va a acabar la cosa. Y aunque pase por tu vida sin pena ni gloria, lo que te ha entretenido ese día vale oro.

¿Lo recomendaría? Pues depende de lo que estés buscando ¿Quién no agradece una lectura “vuelapáginas” aunque sea de vez en cuando? Si estás de acuerdo conmigo, sí, te lo recomiendo. Es de esas historias que bien puede contribuir a salir de un parón lector. al principio muy intrigante, a medida que se acerca el final, algo más predecible, pero aunque no haya giros que dejen al lector ojiplático, el interés nunca decae. Nunca.

Un estreno con Lapena que he disfrutado y que me empuja a seguir leyendo cositas de la autora sabiendo que van a ser eso: lecturas de entretenimiento.