La pareja de al lado

“Anne y Marco Conti están en una cena de fiesta en la casa de los vecinos de al lado. Han dejado sola a su bebé Cora, de apenas seis meses, pues es una cena de adultos y según Cinthya, su vecina, sólo molestaría y convertiría la fiesta en una chapuza. Anne acaba resignándose pues Marco propone utilizar el monitor de bebés para controlar que Cora esté bien y pasar a verla cada media hora. Están en la casa de al lado, a diez pasos de su casa, el monitor de bebés no ha indicado nada raro y han ido cada media hora a comprobar si estaba bien y no han notado nada fuera de lo normal, ¿qué puede salir mal? La pregunta se responde sola cuando Anne y Marco llegan a su casa… el silencio es sepulcral y la puerta delantera de su casa está levemente abierta… suben precipitadamente la escalera, van al cuarto de Cora, y… ¡sorpresa! Cora no está. ¿Quién se la habrá llevado y por qué? Éste caso será llevado por el inspector Rasbach, que sospecha de lo insospechable, cuya penetrante mirada sentencia más que el martillo de un juez”.

Partiendo de ésta premisa yo me espero un thriller psicológico apasionante, que me enganche al instante y no pueda soltarlo hasta terminarlo, pero qué decir… fue una decepción pues nada de eso pasó. No quiero que nadie me malinterprete, el libro es algo divertido y fácil de leer, pero me ha parecido que está muy sobrevalorado. Me esperaba mucho más pues había visto críticas y reseñas que lo valoraban como uno thriller perfecto, de los mejores; de hecho al ver su tráiler me quedé sorprendido porque lo valoraban como el mejor thriller del año, por lo que me formé grandes expectativas de él… pero lamentablemente no se vieron abastecidas.

La novela comienza bien, todo sucede de un modo estructurado y realista; pero apenas a las 100 páginas noto como Shari Lapena comienza a reiterarse una y otra vez en lo mismo.

El inspector Rasbach es de lo más inverosímil que he leído en mucho tiempo pues de inspector no tiene un pelo, no logra conectar para nada con el caso, aparte de que no tiene nada que confirme su versión de los hechos hasta el final del libro, meramente hipótesis sin fundamentos. A Marco y a Anne sí que los considero rescatables en cuanto a personajes estamos hablando. Se desarrollan bastante bien, se nos cuentan anécdotas o momentos de su pasado para lograr entender mejor algunas de sus acciones y se logra empatizar con ellos. Pero algo que no entiendo es por qué se titula “La pareja de al lado”. Cinthya y Graham (la pareja de al lado) son literalmente los personajes menos desarrollados de la novela, no entiendo por qué la autora decidió darles tal relevancia como para ponerlos en el título.

Como he dicho, a partir de las 100 páginas, Shari Lapena comienza a reiterarse en lo mismo, hasta que comienzan a suceder los giros inesperados y los diferentes puntos de vista. Me gusta cómo están logrados los hechos a partir de ése punto, pero la balanza se desequilibra un poco en su contra cuando llegamos al final.

Todo comienza a suceder en las últimas 50 páginas. Es cuando se dan las explicaciones que hacen que cobre sentido gran parte de la historia, pero lo que no entiendo es porque no las daban mediante iban sucediendo los hechos, así Shari Lapena se habría ahorrado la pena de escribir la mitad de la novela sin tener conciencia de los hechos. Desde que te desvelan lo fundamental, el final es muy predecible y abierto.

Para mí sí ha sido una gran decepción, no ha estado a la altura de lo que esperaba. Pero tampoco es que sea un mal thriller, simplemente es uno más del montón, divertido y con tensión en ciertos momentos, pero sin destacar. La recomiendo para una lectura ligera y sin demasiadas expectativas.