La chica que vivió dos veces

Y con este libro llegamos al final de la saga, o al menos eso parece.
Este es el tercero de la segunda trilogía (la Saga Millennium  se compone de 6 libros: los tres primeros escritos Stieg Larsson, y tras su muerte, los tres siguientes escritos por David Lagercrantz).
Por última vez nos encontramos a Lisbeth Salander, la hacker sueca con el tatuaje del dragón en la espalda y a Mikael Blomkvist, el periodista de investigación de la revista Millennium.

En este libro tenemos dos historias que corren paralelas hasta llegar a un final común y en las que la venganza es el hilo conductor: por un lado, dos hermanas que se odian a muerte y por otro, una historia de espías, mafia rusa, políticos y expediciones al Everest.

El autor nos sitúa en el mes de agosto, con una narración a dos tiempos: por un lado, en Estocolmo donde el cadáver  de un mendigo con un anorak azul, y con lesiones antiguas de necrosis en la cara y dedos amputados hace sospechar a la médico forense Fredericka Nyman de que no es un simple accidente; y, cuando entre las pertenencias de este encuentra el teléfono de Mikael Blomkvist, no dudara en llamarlo.
Por otro lado, Lisbeth, que ha cambiado su imagen llena de piercings por una más normal para pasar desapercibida, se encuentra en Moscú siguiendo la pista de su hermana Camilla para llevar a cabo su venganza más personal. Una venganza que acabara solo cuando una de las dos muera.
Y de nuevo como ya sucedió en las anteriores entregas, Blomkvist acudirá a su amiga Salander porque es la única que puede  escarbar en la red para proporcionarle información fiable.

Con  un lenguaje directo y una prosa fluida el autor utiliza la narración en tercera persona para llevar al lector de un escenario a otro, cambiando el ritmo narrativo y dando los detalles justos para situarnos cada vez en el instante en el que transcurre la acción. En este libro, como ya paso en alguno de los anteriores, de nuevo es el pasado de algunos de los personajes el que les pase factura.

La trama de Salander y Camilla que enlaza con las dos entregas anteriores nos hará dudar de cuál de las dos  hermanas es más perversa. Ya que si bien de Salander  nos podemos esperar cualquier cosa, su hermana Camilla hará todo lo que esté en su mano, utilizando a sicarios sanguinarios y la tecnología más avanzada para  tratar de atrapar a Lisbeth y acabar con ella.            
Pero en esta ocasión Lisbeth casi queda relegada a un segundo plano frente a la trama de las campañas de los trolls rusos que juegan con la desinformación, propagan noticias falsas en la red para provocar el racismo, la desestabilización,  el  desprestigio  a personajes púbicos…. Más allá de la trama de venganza entre las hermanas Salander, esta novela trata de cómo el odio y las mentiras pueden llegar a distorsionar la realidad y a destruir a las personas. Todo esto se ve también reflejado en el desánimo que siente el propio Mikael.

En mi opinión aunque los personajes son los mismos que en la trilogía original difieren bastante de los iniciales de los tres primeros libros escritos por Larsson.
Pero eso no impide que sea una novela que pese a ser algo lenta en cuanto a la trama de investigación de Mikael, tenga  giros y golpes de efecto en la parte de la trama de Salander con escenas de acción extremas, lo cual es un punto a favor ya que, quienes hemos leído los libros anteriores, sabemos que Lisbeth Salander es de todo menos un personaje tranquilo y calmado.

Y aunque la lectura no da descanso hasta la última página con un final que en algunos aspectos se veía venir, tengo que destacar como parte negativa que yo me esperaba algo más de la gran y esperada batalla final entre Lisbeth y su hermana Camilla, creo que le ha falta protagonismo.